2.1. Explicar el envejecimiento activo a los responsables de recursos humanos

Comencemos escuchando cómo una Directora de Recursos Humanos que ha colaborado en el proyecto ASPIRE habla del envejecimiento activo:
 

 

El principal objetivo de la gestión de los recursos humanos es lograr la colaboración activa de todos los trabajadores de la empresa en torno al proyecto organizacional. Esto se alcanza consiguiendo mayor equidad entre los empleados, mayor coherencia en las decisiones y actuaciones que les afectan, la mejora de la calidad de vida laboral y la aplicación de prácticas éticas y responsables, entre otras medidas. Todo ello ha de ser aplicable también a los trabajadores de edad porque, evidentemente, estos también son parte de los recursos humanos. La cuestión clave es si las medidas nombradas deben ser contempladas de igual forma al referirse a los trabajadores de más edad o en el caso de estos trabajadores se debe tener en cuenta alguna consideración especial.

Pues bien, sí hay algunas cuestiones concretas relacionadas con la gestión de los recursos humanos a tener en cuenta por el envejecimiento de las plantillas.

Análisis de los beneficios que reporta invertir en una mano de obra que envejece

Por un lado, como consecuencia de la evolución demográfica, la edad media de los trabajadores en las empresas está aumentando rápidamente. Además, los jóvenes acceden al mercado laboral más tarde a causa de unos periodos de escolarización y formación más largos (y por las dificultades de encontrar empleo). En consecuencia, son los grupos de edad intermedia (35-50 años) y los de más edad (mayores de 50 años), los que están tomando un papel protagonista en las empresas.

Por otra parte, las instituciones nacionales e internacionales coinciden en la conveniencia de la puesta en marcha de estrategias que aseguren la calidad de la vida laboral de los trabajadores a medida que envejecen y conseguir, de esta manera, que puedan permanecer vinculados a la empresa por más tiempo. A todo esto se le llama promover el envejecimiento activo (EA). El EA se está convirtiendo en uno de los principales vectores de las políticas sociales y laborales de la UE como respuesta al envejecimiento demográfico que sufre el conjunto de la sociedad y el mercado de trabajo en particular.

Más allá del alargamiento de la vida laboral y del retraso la edad de la jubilación que implica, la adopción de unas medidas eficaces en materia de EA se fundamenta, además, en planteamientos que giran alrededor de la salud y la capacidad de trabajo. Apostar por el EA significa promover entornos de trabajo favorables para las personas de más edad y apoyar un aprendizaje adaptado a las necesidades de estos trabajadores.

Todo esto implica la necesidad no sólo de mantener sino también de cuidar los recursos humanos prestando atención a la edad y al envejecimiento progresivo de las personas.

¿Qué tiene de positivo contar con una plantilla envejecida? Los trabajadores de más edad son valorados por su mayor experiencia y por el buen conocimiento de la empresa y de su puesto de trabajo. También son muy apreciados por su mayor madurez emocional, su alto nivel de compromiso con la empresa, su fiabilidad, su aportación de reputación a la empresa y su mayor independencia. Suelen ser un incentivo y un ejemplo para los trabajadores más jóvenes.

Son pocas las empresas que han adoptado estrategias para retener más tiempo la mano de obra senior.

Si el envejecimiento, tal y como están demostrando los datos demográficos, se está convirtiendo en un desafío para las empresas, va a ser también necesario impulsar la solidaridad intergeneracional que aúne las competencias que aportan los más jóvenes con esas ventajas típicas entre los trabajadores de más edad. Por ejemplo, las generaciones más veteranas podrían nutrir a los recién incorporados de sus experiencias y estos últimos pueden poner a aquellos al día en las nuevas tecnologías y aplicaciones. Se trata, pues, de fomentar el aprendizaje intergeneracional estableciendo relaciones en forma de orientación, tutoría y asesoramiento entre individuos.

Otros planteamientos incluyen la formación de equipos de trabajo multigeneracionales o la aplicación de métodos de formación inicial o continua que saquen el máximo partido de situaciones en las que diferentes generaciones se reúnen y aprenden juntas. El aprendizaje intergeneracional beneficia a las empresas de varias maneras: contribuye a conservar dentro de la organización conocimientos y experiencias fundamentales, combina los puntos fuertes de las diferentes generaciones y fortalece las relaciones dentro de las empresas porque contribuye a romper con estereotipos y actitudes negativas en relación con la edad.

En conclusión,

prestar atención al envejecimiento no es una amenaza sino un reto y una oportunidad que las empresas deben plantearse a través de sus políticas de gestión de recursos humanos tanto por razones de competitividad como de responsabilidad social.

 

“Trabajar después de la jubilación” (Diario El País)
Solo hay 31.000 jubilado activos en España frente a los 9.4 millones de pensiones públicas.